Petrarca, Francesco (1304-1374), Ad illustrissimum Mutine ducem diuum Borsium Estensem Bernardi glicini medicine ac philosophie discipuli in triumphorum LL P Fran. Petrarce expositio incipit, Piero Veronese, Venecia, 1484, 503 páginas.

Colección Neruda.

Archivo Central Andrés Bello.

La palabra incunable (del latín incunabulae, en la cuna)​ se utiliza para designar a todos los libros impresos en Europa occidental desde que el orfebre alemán Johannes Gensfleisch -más conocido como Johannes Zum Gutemberg (1400-1468)- inventara la imprenta con tipos móviles en Maguncia el año 1440, inspirado en las prensas utilizadas para exprimir uvas en el proceso de elaboración del vino. La denominación “incunable” rige conceptualmente hasta 1501, fecha en que esta tecnología se masificó. Para entonces, en cientos de ciudades europeas había prensas dedicadas a reproducir textos por millares.

Entre muchas materias, durante ese período se imprimió por primera vez a autores clásicos como Platón, se compusieron libros de literatura, poesía, manuales de educación, ordenanzas políticas y diversos impresos que aportaron significativamente a la construcción de una opinión pública en común.  Muchas de aquellas obras tenían un contenido religioso, lo que para la época implicaba una alta gravitación política.  

  

Según Roger Chartier, la imprenta fue exitosa al revestir la importancia que ya tenía lo escrito de un inmenso poder “de” y “sobre” las relaciones sociales. Esto se entiende en un contexto marcado por el florecimiento de los estados nacionales, el imperialismo económico y las monarquías absolutas.

 

El libro Ad illustrissimum Mutine ducem diuum Borsium Estensem Bernardi glicini medicine ac philosophie discipuli in triumphorum LL P Fran. Petrarce expositio incipit, es un incunable impreso el año 1484 en Venecia, una importante ciudad comercial del norte de Italia. Su autor es Francesco Petrarca (1304-1374), reconocido poeta de inspiración grecolatina, admirador de la gloria imperial romana y precursor del humanismo. Comprendemos por este un movimiento intelectual caracterizado por promover el programa pedagógico de las studia humanitatis, el cual tenía como objetivo principal  definir al hombre como un universal, es decir, como un referente ideal, global, perfectible e integral en los marcos de la masculinidad, la “blancura”, la occidentalidad, el cristianismo y los deberes de una sociedad cada vez más cortesana y civilizada en sus costumbres.   

 

Este ejemplar pertenece a la Colección Pablo Neruda, declarada Monumento Histórico Nacional en 2009, conjunto de libros del poeta donados a la Universidad de Chile en 1954.

El libro que nos convoca se encuentra en perfecto estado, su tipografía es medieval e incluye letras capitales finamente pintadas a mano. Posee algunos “rastros lectores” o vestigios de experiencias de apropiación previas realizadas por hombres y mujeres anónimos, que nos invitan a pensar la larga historia que ha tenido desde su impresión en el siglo XV hasta la actualidad.  Esta es una arista que también provoca a pensar sobre la circulación, las tensiones y apropiaciones que ha tenido la cultura europea en Chile. 

                     

Si bien existen otros ejemplares de esta obra, consideramos este libro como un tesoro en virtud de la larga historia que encierra. El libro de Petrarca presente en la colección de Neruda nos interroga acerca de las relaciones habidas entre los poetas canónicos, las letras medievales y la literatura chilena y latinoamericana. Es asimismo una pieza  muy probablemente única  en Chile, cuya existencia conmueve, transformándose en un  excelente material para pensar y educar críticamente  acerca de las bases que dan sustento a la modernidad y el lugar que ocupan las letras en relación con la política contingente.

Es un libro que invita también a redefinir el humanismo como una línea de continuidad  compuesta por intelectuales que hasta el día de hoy no cesan de pensar qué somos en tanto seres humanos, personas, hombres o mujeres, y cuál sería la mejor forma de hacernos cargo libre y conscientemente de la existencia que vivimos.

Bibliografía

  

Francisco Rico, El sueño del humanismo. De Petrarca a Erasmo, Destino, Barcelona, 2002.

Jean Paul Sartre, El existencialismo es un humanismo,  Edhasa, Madrid, 1999.

Roger Chartier, Libros, lecturas y lectores en la Edad Moderna, Alianza Editorial, Madrid, 1994.

Acceso a la Biblioteca Digital

Créditos generales: Ariadna Biotti Silva.

Edición: Tomás Cornejo.

Fotografía: Camila Torrealba.

Santiago de Chile, 31 de enero de 2019.

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