Domingo Ulloa Retamal. Hall Facultad de Medicina Norte [1]. ca.1960.

Colección Archivo Fotográfico.

Archivo Central Andrés Bello.


Imagen en blanco y negro tomada por Domingo Ulloa (1925-2018), fotógrafo del Departamento de Fotografía y Microfilm de la Universidad de Chile. La fotografías muestra el Hall del edificio de Medicina Norte hacia la década del sesenta, en donde aparece una mujer junto a una escultura de metal que representa a un doctor y a un niño, pieza que actualmente ya no está en el edificio. Esta fotografía pertenece a la Colección Archivo Fotográfico, Serie Institucional, del Archivo Central Andrés Bello de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones de la Universidad de Chile, acervo que cuenta con más de 71.000 ítemes correspondientes a fotografías, negativos, diapositivas, albúminas y fotografías en papel.

Hacia 1830 grandes epidemias asolaron al país, situación que hizo cada vez más patente la necesidad de fomentar los estudios en el campo médico y químico farmacéutico. Así, la primera Escuela de Medicina fue establecida en 1833 al alero del Instituto Nacional, ubicado en ese entonces entre las calles Bandera, Compañía, Catedral y Morandé. Posteriormente, en 1839, dicha escuela se trasladó al Hospital San Juan de Dios en la calle San Francisco. Al fundarse la Universidad de Chile en 1842, esta casa de estudios heredó dicha escuela, creándose la primera Facultad de Medicina ese mismo año. En 1889, se construyó el primer edificio de la facultad en el sector de la actual Av. Independencia, la antigua Cañadilla. Este se levantó entre la sección de hombres y de mujeres del antiguo Hospital San Vicente de Paul, recinto creado para recibir a enfermos de viruela en una época de epidemias. La ubicación de estas instituciones tuvo relación con los planteamientos higienistas de la época, los cuales sugerían instalar a los organismos vinculados con las enfermedades y  la muerte en las afueras de la ciudad. El edificio fue obra del Arquitecto Eloy Cortínez, quien construyó un imponente palacio que se asemejaba al Partenón. Durante esa mitad de siglo, la facultad se preocupó, con un claro enfoque público, de mantener la sanidad de la ciudad, en un periodo en que grandes epidemias causaron preocupación. En ese sentido, la facultad se hizo cargo de las vacunas, de la higiene pública y la salubridad. Además, puso su foco en la profesionalización de la disciplina, realizando estudios e investigaciones que permitieran contar con estadísticas médicas y conocimientos que posibilitaran planificar temas de salud pública. Hacia fines del siglo XIX, gracias al Decreto N° 547, se logró la entrada de las mujeres a la Universidad, destacándose Eloísa Díaz como la primera en titularse de médica tanto en Chile como en Latinoamérica, hito que marcó un precedente para el ingreso de otras mujeres a los estudios superiores en distintas áreas. 

El edificio de la facultad sufrió un enorme incendio en diciembre de 1948, el cual afectó al inmueble y destruyó un conjunto importante de investigaciones médicas. Bajo el rectorado de Juvenal Hernández se aprobó la construcción de un nuevo edificio para la facultad, el que se levantó entre 1952 y 1960, a cargo del arquitecto Juan Martínez Gutiérrez. 

Durante la segunda mitad del siglo XX, la Facultad de Medicina vivió un periodo de gran desarrollo, siendo pionera en el campo tanto en el país como en Latinoamérica. Durante los rectorados de Juvenal Hernández y Juan Gómez Millas, existió una profunda preocupación por profesionalizar las distintas áreas disciplinares, fomentar la investigación y abrirse a otros campos del conocimiento. De este modo, en este período se creó la Escuela de Tecnología Médica (1960) y la Escuela de Terapia Ocupacional (1963), entre otros. 

Durante el periodo de la Reforma Universitaria, proceso de movilizaciones que buscó democratizar las estructuras al interior de las instituciones de educación superior, uno de los focos de preocupación en el área médica fue la necesidad de formar profesionales a lo largo del país, los que contribuyeron a mejorar las condiciones de salud de las personas en provincias. Para ello, se impulsó la enseñanza y práctica de la medicina en las Sedes Regionales de la Universidad de Chile.

El golpe militar de 1973 y la instalación de la dictadura en Chile significó la intervención y el desmembramiento de la Universidad de sus sedes regionales, producto de la Ley General de Universidades de 1981. Ello implicó la reestructuración de las facultades, quedando relegadas solo a Santiago. En el caso de Medicina, se reorganizó la facultad en cinco campus: Norte, Sur, Centro, Oriente y Occidente, cada uno con sus respectivos hospitales y consultorios. 

Esta imagen es de gran valor al remitirnos a un momento de gran auge, innovación y expansión del campo de las ciencias en la Universidad de Chile, periodo en que la institución fue pionera en investigaciones médicas y científicas. También nos recuerda el sentido público que siempre ha tenido desarrollo de la medicina en la universidad, invitándonos a problematizar el rol actual de la casa de estudios en  tiempos de crisis sanitaria. 

El Departamento de Fotografía y Cinematografía fue creado por la Universidad de Chile a fines de los años cuarenta, luego del traspaso que hizo la Dirección General de Informaciones y Cultura (DIC) del Ministerio del Interior  a la Casa de Estudios para que esta se hiciera cargo de las políticas culturales del país, posteriormente el Departamento pasó a llamarse  Laboratorio Central de Fotografía y Microfilm (en ocasiones también denominado como Departamento de Fotografía y Microfilm). Esta unidad estaba a cargo de apoyar las labores de docencia, investigación y extensión, entre sus directores más emblemáticos encontramos a Raúl Barrientos (1948-1958), Roberto Montandón (1958-1966), Domingo Ulloa (1966-1983) y José Moreno (1994-2011). El equipo de trabajo de esta unidad estaba compuesto por fotógrafos que destacaron en la escena cultural del país, entre estos podemos mencionar a Antonio Quintana, Baltazar Robles, Patricio Guzmán Campos, Mario Guillard, entre otros.

El Laboratorio de Fotografía y Microfilm tenía entre sus labores la documentación de las actividades de todas las facultades y dependencias de la Universidad, en ese contexto, en varias ocasiones las imágenes fueron expuestas en distintos lugares de la institución para difundir y vincular simbólicamente todos los espacios y experiencias, y así fomentar un espíritu común. 

La imagen corresponde a la serie institucional, acervo que da cuenta del quehacer universitario, sus dependencias y comunidad universitaria, es por esto que consideramos que esta pieza es catalogada como representativa de la colección.  


Bibliografía

Mellafe. R, Rebolledo A. y Cárdenas M.(1992). Historia de la Universidad de Chile. Ediciones de la Universidad de Chile, Biblioteca Central, Santiago. 

Ulloa D. y Araya A. (2014). Una proeza fotográfica Domingo Ulloa. Imágenes del ballet nacional chileno 1954 – 1967, Ediciones Archivo Central Andrés Bello,  Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones de la Universidad de Chile, Santiago.

Universidad de Chile. (1977). Imágenes de la Universidad de Chile, Ediciones de la Universidad de Chile. http://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/visor/BND:8840 

Montecino, S. y  Araya, A. (2011). Materia y memoria: tesoros patrimoniales de la Universidad de Chile. Editorial: Tinta Azul, Ediciones de la Universidad de Chile. https://libros.uchile.cl/3 

Facultad de Medicina. Universidad de Chile. Reseña Histórica.

http://www.medicina.uchile.cl/facultad/historia/resena-historica/resena-anos-1939-presente

Valenzuela, Cecilia. (2017). Campus Norte de la Universidad de Chile inaugura Memorial. http://www.medicina.uchile.cl/noticias/140178/campus-norte-de-la-universidad-de-chile-inaugura-memorial 

Biblioteca Nacional de Chile. Profesionalización de la medicina en Chile (1750-1930). Memoria Chilena. Disponible en http://www.memoriachilena.gob.cl/602/


Accede a la pieza en la Biblioteca Digital


Créditos: Nathaly Calderón – Andrea Durán

Edición: Ariadna Biotti

Revisión: Alejandra Araya