Asume la dirección de la Biblioteca Central el abogado y bibliófilo Alamiro de Ávila Martel, quien accedió al cargo en 1957, siendo rector Juan Gómez Millas, y permaneció en él hasta 1990.
Dos transformaciones marcaron la gestión del primero: durante la década de 1960 se implementó el espacio que actualmente ocupa el archivo, adosándose una torre de cinco pisos a un costado de la Casa Central, cuyas dependencias se fueron adecuando a las necesidades de una biblioteca universitaria con un carácter crecientemente histórico.
En forma paralela se inició el aumento de las colecciones por medio de donaciones muy valiosas. Entre ellas destacan:
- Antonio Quintana (fotógrafo)
- Domingo Edwards y José Zamudio Zamora (bibliófilos)
- Fanor Velasco (hombre de letras decimonónico)
- Armando Braun Menéndez (historiador magallánico)
- Desiderio Papp, Eugenio Pereira Salas, Yolando Pino Saavedra, Eliana Dobry y Emma Salas (académicos de la Universidad de Chile).