Esta área fomenta el conocimiento y la utilización de las colecciones. Su objetivo es poner a disposición de los usuarios los materiales bibliográficos y archivísticos resguardados, así como la mayor cantidad de información posible sobre las colecciones patrimoniales y el archivo universitario. También se brindan asesorías para el manejo y orden de colecciones documentales.
El equipo de AIBA tiene como funciones específicas atender y orientar a los usuarios en la búsqueda de materiales en catálogos e inventarios, elaborar contenidos sobre los distintos acervos, ordenar estos para su ingreso en la Biblioteca Digital de la Universidad de Chile, además de la coordinación del programa de pasantías del área.
Desde 2007 AIBA ha desarrollado, junto a las otras áreas, un trabajo de re-definición y consolidación de los materiales custodiados por el Archivo. Esto permitió diferenciar con claridad dieciocho colecciones distintas, las que hoy cuentan con instrumentos de descripción actualizados, fruto del trabajo interdisciplinario y el cruce entre criterios bibliotecológicos, archivísticos y museológicos. Gracias a proyectos particulares se revisó cada colección para el mejoramiento de su registro bibliográfico en el catálogo de las bibliotecas de nuestra casa de estudios.
Un logro destacado en esta línea se alcanzó en 2009: por Decreto n° 295 del Ministerio de Educación, tres de las más valiosas colecciones conservadas por nuestro archivo (Colección Neruda, Colección Americana y Colección Manuscritos) fueron declaradas Monumento Nacional en la categoría de Monumento Histórico.
Otro hito relevante fue el ingreso de la Colección Lira Popular al Programa Memoria del Mundo de UNESCO en 2013, trabajo conjunto con la Biblioteca Nacional.
En 2013 el Archivo empezó a difundir sus acervos en formato electrónico, a través de la Biblioteca Digital de la Universidad de Chile. En este proceso donde AIBA colaboró con el Área de Conservación y Patrimonio, se puso a disposición de la comunidad conjuntos de documentos trascendentales para comprender nuestro devenir social, tales como los manuscritos de Andrés Bello y del bibliógrafo Ramón Briseño, y los más de 6.000 negativos del fotógrafo Antonio Quintana, entre otros.