Foro Derechos Culturales y Nueva Constitución

Con un panel de lujo conversamos sobre derechos culturales en el momento constituyente chileno
Desde el 18 de octubre de 2019 que en Chile se abrió el camino hacia la construcción de una nueva constitución que regule la distribución del poder, establezca los derechos y deberes ciudadanos, así como el rol de diversas instituciones, entre otros aspectos que pueden ser contenidos en una carta magna. El Archivo Central Andrés Bello de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones de la Universidad de Chile, haciéndose parte de ese debate urgente, organizó un foro de conversación en torno al lugar de los derechos culturales y el derecho a la cultura en una constitución, realizada el pasado jueves 26 de noviembre. 

Ante la constatación de que ninguna de las constituciones históricas de nuestro país ha incorporado a los derechos culturales como un derecho humano esencial, fue fundamental conocer y reflexionar acerca de cómo se han abordado en otros lugares y cómo los imaginamos para nuestro país. Para ello contamos con la participación de Angélica Arias, Ministra de Cultura y Patrimonio de Ecuador, Yasna Provoste, presidenta de la comisión de cultura del Senado de la República de Chile, Paulo Slachevsky, director y fundador de la Editorial LOM y fue invitado Elicura Chihuailaf, premio nacional de literatura 2020, pero que lamentablemente no pudo participar por dificultades en su conexión a internet.

La conversación se inició abordando la pregunta por cual podría ser la forma de comprensión de los derechos culturales, si estos podrían ser considerados como derechos humanos fundamentales y por qué deberían estar en una constitución. Sobre esto la Sra. Ministra de Cultura y Patrimonio del Ecuador dio cuenta del proceso vivido en su país, que desembocó en la construcción de una constitución garante de derechos en 2008, entre los que se consideraron los derechos culturales. Los derechos culturales se establecen por la concepción del ser humano frente a la sociedad, al referirse a la prevalencia de la propia identidad por medio del conocimiento de la memoria histórica de su cultura, el acceso a las expresiones culturales, desarrollando conceptos de observancia obligatoria sobre patrimonio material e inmaterial que establece la observancia del Estado sobre esas diversas manifestaciones. La situación de Ecuador es contraria respecto de la situación chilena, donde los derechos culturales no están garantizados en esos términos y más bien refieren exclusivamente al tema de la propiedad intelectual. A pesar de ello, la senadora Yasna Provoste afirmó que los derechos culturales no pueden ser separados de la identidad. Por lo mismo cuando se habla de derechos culturales se está hablando de la centralidad de la persona humana y, al contrario de lo que se había dicho por mucho tiempo, las constituciones afectan la vida de las personas. Paulo Slachevsky, por su parte, inició su intervención recordando la definición de derechos humanos de primera, segunda y tercera generación. En su perspectiva, desde un punto de vista neoliberal los derechos culturales tienden a ser comprendidos al acceso, invisibilizando la centralidad de la participación en la vida cultural de la sociedad contenidos en la concepción de los derechos culturales en la perspectiva de los derechos humanos. En su mirada los derechos culturales deben estar contenidos en una constitución porque el campo cultural está permanentemente presente en los procesos históricos. La institucionalidad, por el contrario, no le ha entregado el protagonismo que tiene socialmente y que esté en la constitución marca un piso, que no es suficiente, pero que es clave para la construcción de una vida digna y un vivir mejor. 

Luego se conversó en torno a la relación de los derechos culturales y a la democracia, y se indagó en torno a la pregunta por los cambios que ocurren en la vida cotidiana cuando los derechos culturales son garantizados por una constitución. En 2008 Ecuador se definió como un Estado Intercultural que reconoce la diversidad cultural y sus distintas manifestaciones, invitando al intercambio y la interacción bajo el principio de igualdad, estableciendo distintas formas de participación: elecciones, consultas y formas de participación ciudadana que quieren reconocer la diversidad cultural existente en el país y a la voluntad de recoger esas diferencias. En la experiencia del país vecino, las dificultades existentes al llevar estos objetivos a la práctica no invalidan la importancia de que los derechos culturales y su garantía por medio de la participación ciudadana estén inscritos en un cuerpo normativo. En este sentido, la senadora Yasna Provoste enfatizó que la cultura es un elemento fundamental de la cohesión social y por lo mismo es central en la sustentación de la vida democrática. Las formas en que se acoge la diversidad cultural en una carta fundamental dan cuenta de la manera en que se quiere vivir. Así, el respeto de los derechos culturales es clave para la convivencia armónica entre los distintos pueblos, para desarrollarse en igualdad de condiciones y por eso considera importante garantizarlo en una nueva constitución. Para Paulo Slachevsky la cultura es central en muchas dimensiones de la vida social que requieren el desarrollo de las capacidades creativas, que no son pensadas como estrictamente vinculadas a la cultura: tecnología, agronomía, ciencias, etc. La cultura es fundamental para el desarrollo de sujetos críticos y creativos que participen de la democracia en mayor igualdad. De este modo, la conversación reforzó la idea de que la vida cotidiana es impactada por estas transformaciones constitucionales. 

En esta pandemia la vulneración de derechos de todo orden ha sido una constante en todo tipo de sociedades, en específico, ha quedado al descubierto en Chile la extrema vulnerabilidad de dos clases de trabajadores cuyo quehacer nuestras sociedades no reconocen como trabajo propiamente tal, primero las mujeres trabajadoras de casa particular y segundo, los y las trabajadores y trabajadoras de la cultura. Desde ese lugar la última ronda de conservación giró en torno a las formas de instalación de la cultura como un bien común esencial y a sus cultores, creadores y hacedores como sujetos dignos de sostenimiento y protección social. 

La actividad contó con la presencia del Sr. Rector Ennio Vivaldi y la Vicerrectora de Extensión y Comunicaciones Sra. Faride Zerán.

Puede ver el Foro acá: http://uchile.cl/u171256