Tres historiadoras y activistas se reunieron en una conversación sobre memoria y resistencia
En diciembre de 2020 la Sala Museo Gabriela Mistral celebra cinco años desde su apertura en 2015. En el marco de esa celebración y debido a las circunstancias en las que hemos tenido que desarrollar el trabajo de difusión patrimonial durante la emergencia sanitaria, queremos seguir compartiendo por medios virtuales la exposición ¨Mujeres Públicas¨, que desde el año pasado está albergada en este espacio patrimonial al interior de la Casa Central de la Universidad de Chile. Para ello estamos trabajando en un programa de actividades que nos permitirán seguir en contacto con toda la comunidad.
La primera de las actividades contempladas se realizó el miércoles 29 de julio por medio del Fan Page de Sala Museo Gabriela Mistral, y se trató de un Foro titulado ¨Cartas de Libertad. Resistencias afro en el cono sur¨. En el marco de las celebraciones del Día de la Mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la Diáspora celebrado internacionalmente el 25 de julio, como institución quisimos plegarnos a la fecha que recuerda el Primer Encuentro de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y del Caribe realizado en esa fecha en 1992. La relevancia de este hito adquiere un lugar fundamental en días en que el racismo no ha perdido vigencia y cuyo recrudecimiento queda evidenciado por hechos políticos que han remecido tanto en nuestro país como internacionalmente.
Por lo anterior, dimos espacio a una conversación que permitió reflexionar sobre la invisibilización del aporte cultural, económico y político de las personas africanas esclavizadas en el Cono Sur de América Latina. Durante el proceso de preparación de la exposición ¨Mujeres Públicas¨, quisimos incorporar piezas que nos pudieran hablar sobre la experiencia de las mujeres afrodescendientes en Chile, sin embargo, no encontramos ni documentos ni objetos patrimoniales que dieran cuenta de su experiencia y que fueran custodiados por nuestra Universidad. Es por eso que se realizó una solicitud al Archivo Nacional de Chile para que parte del material que ellos resguardan pudiera hablarnos de la historia de las mujeres negras en nuestro pasado. Uno de los documentos que se nos facilitó fue la carta escrita y presentada a las autoridades reales en 1791 por parte de la esclava María Mercedes Plaza en que denuncia a don Francisco Gómez por una falsa promesa de libertad (cuya transcripción incorporamos al final de esta nota).
¿Cómo ha sido la experiencia sociocultural de habitar el espacio público como “mujer negra”? ¿Qué lugar ocupa la escritura en las luchas para posicionarse en las distintas esferas de la vida social? ¿Qué significados adquiere el concepto “libertad” en el contexto de la hegemonía neoliberal de hoy? Esta y otras preguntas movilizaron la conversación que contó con la participación de tres historiadoras que se han dedicado a estudiar la experiencia de las personas esclavizadas en distintos territorios del cono sur latinoamericano. Maribel Arrelucea, Historiadora y docente de la Universidad de Lima y la Pontificia Universidad Católica del Perú, se ha especializado en la esclavitud en Lima con énfasis en la perspectiva de género, la etnicidad y la cultura y se conectó desde su país para participar de esta conversación. Carolina Cortés, feminista afrodescendiente chilena, historiadora, docente de la Universidad de Tarapacá y miembra de la Colectiva de Mujeres Afrodescendientes Luanda y de la Red de Historiadoras Feministas, lo hizo desde Arica y, desde Santiago, contamos con la participación de Carolina González, historiadora, integrante del Grupo de Estudios Género y Raza: Miradas Interseccionales (GRI) y del Grupo de Estudios Historia y Justicia. También participa en la Red de Historiadoras Feministas y en la Red Chilena de Estudios Afrodescendientes.
Gracias a la tecnología y a las posibilidades que se abren con los desafíos de continuar conectados con nuestras comunidades en el contexto virtual, logramos reunir a tres mujeres investigadoras quienes, desde tres territorios, dieron cuenta de sus saberes y experiencias investigativas a partir de tres preguntas dispuestas para la conversación. Reconociendo que existe una historia negada o invisibilizada de las mujeres afrodescendientes, se invitó a las expositoras a reflexionar sobre los aspectos que promueven u obstaculizan el reconocimiento de la incidencia de las mujeres negras en la historiografía de las mujeres. De este modo, las invitadas indagaron en los significados que atribuyen al borramiento de la memoria de las mujeres negras en las narrativas historiográficas tradicionales y en lo que se puede hacer para revertir esa situación. En segundo lugar, se propuso dialogar sobre las estrategias de resistencia articuladas por las mujeres negras en el pasado y en el presenta, enfatizando el lugar de la escritura en esas prácticas, a propósito de la carta de 1791 de la esclava María Mercedes Plaza. Con ese pie se conversó sobre el lugar de la escritura en las luchas de las mujeres afrodescendientes y, finalmente, la tercera ronda de temas puso en dialogo las implicancias de pensar la libertad en el contexto de la hegemonía económica y cultural del neoliberalismo en América Latina, planteando preguntas acerca de los significados que adquiere la idea de libertad para las organizaciones afrodescendientes contemporáneas.
El Foro quedó registrado en la Fan Page de Sala Museo Gabriela Mistral y puede revisarlo aquí.
Transcripción de la carta de María Mercedes Plaza de 1791 por su libertad:
“Muy Ilustre Señor Presidente
Maria Mercedes Plaza Esclava de Doña Rosaria Herrera con la beneracion, y rendimiento debido paresco ante Vuestra Señoría y Digo: Que hallandome en Esclavitud en casa de mi amo Don Juaquin Plaza en cuia Caza nasi, y me crié con la estimacion, y amor, no como criada sino de hija; en este estado se hallaba en la Esquina de mi caza con tienda de mercancia Don Francisco Gomez hombre soltero natural del reino de Galicia, quien biendo mi buena conducta, y procedimiento empesó a solicitarme con grande instancia, y muchos ofrecimientos, y visto el ningun efecto que en mi hacia sus muchas promezas, se determino ha proponerme que si yo condesendia con su gusto se casaria conmigo, y me libertaria de la Esclavitud en que me hallava, (sin embargo de la notoria desigualdad que mediaba ente hambos;) Y como esta propuesta fuese para mi tan faborable, y ver yo al mismo tiempo, lo mucho que me lo proponía, y aseguraba, pues duro esta persecucion tiempo de mas de seis Meses, al cabo de ellos persuadida yo á que me cumpliria dicha promeza, llebada de esto hube de caher con el en ylicita amistad, y mantenido en ella tiempo de siete años, executandole yo continuamente todo este tiempo al cumplimiento de dichos esponsales, y asimismo á que me libertase de una ves lo que asta lo presente no he podido conseguir ni una, ni otra cosa manteniendome siempre con la esperanza que lo cumpliria, y conociendo yo que me tiraba á engañar, con dicha esperanza, y pasando por el muchos travajos con mi citado amo de resultas de haver tenido prole, y por esto mismo haberse descubierto mi ylicita amistad llego el estrecho de berme yo presisada á desamparar mi caza, y buscar amo; como de facto encontre, y me compro Doña Rosaria Herrera en donde estoi tiempo de quatro meses: Y hallandome mui descontenta por los travajos que paso, pues aqui me miran, y tratan como esclava, y en mi caza que perdi, me miraban, y atendian como a hija todos estos trabajos me ha ocacionado el dicho Don Francisco Gomez, por lo que me beo presisada á ocurrir a la notoria integridad de Vuestra Señoría para que en bista de lo que llebo relacionado se sirba de mandar que el citado Don Francisco me cumpla el Libertarme con respecto a lo mucho que por el he padecido y estoi padeciendo, y por lo que hase a la palabra de exponsales me decisto de ella con respecto de que esta no se le podra forsar á cumplirla por la desigualdad que media; Todo lo que espero el conseguir, (mediante la Justicia que en el caso me acompaña) del piadoso, y magnifico corazon de Vuestra Señoría para la recta administración de Justicia que exerse con los pobres, o de no determine o mande áquello que fuese de su superior agrado por tanto
[A] Vuestra Señoría pido y suplico con las maiores ancias de mi corazon atribulado, se duela de mi y determine en esta mi peticion como conceptuare ser de Justicia Etcétera.
Maria Mercedes Plaza”