Rastros lectores, vestigios de la Universidad de Chile

Esta semana celebramos el Día Internacional del Libro con la campaña #RastrosLectores
La noción de rastro lector surgió al calor de las investigaciones realizadas por el Archivo Central Andrés Bello de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones de la Universidad de Chile  el año 2017 con el objetivo de reflexionar acerca de los  usos que tenían los acervos bibliográficos conservados en nuestra institución. Rastro lector es un concepto que  hemos construido desde la historiografía sociocultural planteada por Roger Chartier para identificar los sentidos que tiene un libro. Otros equipos de investigación en Chile han hablado de ¨Huellas de manipulación¨ o ¨vea lo que hay en este libro¨. Rastro Lector asume el lazo emotivo de dichas huellas, su posibilidad de ser un relato de vida, más allá del prurito de la erudición o de la simple curiosidad.

Un libro puede ser una obra impresa, manuscrita o pintada de diversas formas. Existen en hojas de papel,  en pergamino,  en papiro, en algodón u otro material.El libro ha tenido cambios y verdades revoluciones a lo largo del tiempo. Antes del codex o reunión de cuadernos cosidos, el libro era un rollo que debía leerse a dos manos. Hoy existen  libros electrónicos e inmateriales que sugieren cambios en las formas como se recepciona el mensaje escrito, cambios que indican que para entender un libro debemos pensar el sentido compuesto inexorablemente entre las formas y el fondo. 

El trabajo de investigación pone al archivo al servicio de la comunidad, nos permite constatar cómo la Universidad de Chile no sólo extiende su labor académica y pedagógica al medio, sino que es parte de la realidad significando públicamente sus dolores, sus sentimientos, su búsqueda incesante por el saber y el conocimiento al servicio de la sociedad.

 

En el día de la conmemoración  del día internacional del libro se ideó la Campaña de Rastros Lectores organizada desde la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones, de la cual AB forma parte, y el Observatorio del libro y la Lectura. Se invitó  a valorar y compartir los rastros lectores que cada uno ha dejado en el devenir de la vida cotidiana en estos momentos de incertezas, y hacer de la memoria de los libros un camino a la memoria del cuerpo, de la propia historia. El éxito de Rastros lectores el día de ayer, expresada en la numerosa cantidad de rastros compartidos por redes, expresa mucho más que una anécdota sino la profunda necesidad que tenemos de comunicarnos y encontrarnos como sujetos/as historicos/as con la memoria histórica, con ese “algo” en común que vemos frágil o amenazado en tiempos de pandemia.

La buena recepción de esta campaña, nos permite pensar a largo plazo en rastros lectores como una metodología de trabajo que apoye los procesos de aprendizaje en torno a la comprensión lectora y al “aprender a aprender”, esto además de los vínculos más directos sobre la memoria, la historia y el patrimonio. Los invitamos a explorar el hashtag #RastrosLectores en las redes sociales, especialmente en twitter que fue el foco de la campaña, y conocer todas las publicaciones que los usuarios de esas plataformas compartieron para celebrar, no sólo al libro, sino también a sus lectores y las múltiples formas que tienen de relacionarse con ese artefacto maravilloso de la cultural.

 

Para continuar poniendo ojo en los Rastros Lectores, compartimos aquí materiales de nuestros acervos, difundidos en nuestro sitio en la sección “Entrañas de Bello” pues estas huellas dan cuenta de una Universidad entendida como un cuerpo vivo, aquel que se nutre permanentemente de distintos puntos de vista y cuya vida depende, así como la del patrimonio, de la atención y cuidados que sobre ella se le tengan.

Breve galería de rastros lectores 

El libro fue un objeto perseguido, mutilado y constreñido que debería incluirse en el  aún no realizado listado de objetos culturales víctimas de la violencia dictatorial. Edición del libro de Karl Marx,  Las luchas de clases en Francia, Talleres MACLAND (S.R.L), Buenos Aires, 1946. Este libro pertenece a la Colección Eliana Dobry, filósofa, académica, torturada y exonerada de la Universidad de Chile, quien debió pintar sus tapas para proteger el libro de la violencia y la censura dictatorial. En esta edición se encuentran las marginalias (o notas y comentarios al margen del libro) de la profesora Dobry. http://archivobello.uchile.cl/_182W

De una epopeya antigua, encontramos una joya del siglo XVI. Casi un incunable compuesto por Aldo Manuzio (1450-1515), el más grande tipógrafo y editor de su tiempo. Una obra que llega a América Latina como una herramienta de conquista eurocéntrica para resiginficarse al grado de ser parte de la biblioteca de Pablo Neruda, poeta y premio nobel. De la colección que lleva su nombre, la que  fue declarada Monumento histórico en 2009 encontramos firmas de los antiguos dueños y ex libris de Neruda en el libro: Marco Anneo Lucano, Pharsalia, Aldo Manuzio, Venecia, 1502. 

http://archivobello.uchile.cl/_0082T

Las memorias de Ernesto Che Guevara dedicadas con la firma Fidel Castro para el historiador y profesor Hernán Ramírez Necochea, confirman el rol social y la importancia política que tiene el trabajo humanista. Este libro pertenece a la colección que lleva el nombre del académico, la cual fue donada por los hijos como prueba de compromiso de la condición pública que tiene la Universidad de Chile: Ernesto Che Guevara, Obras 1957-1967. Libro con dedicatoria manuscrita de  Fidel Castro Ruz, Casa de las Américas, La Habana, 1970. 

http://archivobello.uchile.cl/_181W

Escribir y borrar. Los manuscritos para una nueva edición del libro revelan el trabajo que implica pensar, reevaluar, criticarse permanentemente. La historia es una disciplina en movimiento para una sociedad en constante cambio. Asi lo prueba el siguiente rastro lector de Hernán Ramírez Necochea, Borrador para una tercera edición del libro Antecedentes económicos de la Independencia de Chile, Editorial Universitaria. Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Chile, Santiago, 1967. 

http://archivobello.uchile.cl/_180W

 

La república de las letras es  mundo muy pequeño. Los siguientes tres libros pertenecen a la Colección Neruda, dan prueba de su importancia dentro de las redes que existen y se tejen entre  el campo literario y las formas de validación intelectual. 

Nicanor Parra, Cancionero sin nombre, Santiago: Nascimiento, 1937. Este libro fue obsequiado por el mismo Nicanor Parra a Neruda. En la primera página se señala:  “Para Pablo Neruda, jefe del rocío. Nicanor Parra. Santiago 37”

http://archivobello.uchile.cl/_231W

 

Pablo de Rokha, Heroísmo sin alegría, Klog editor, Santiago, 1927. Este libro pertenece a la biblioteca de Pablo Neruda, donada por el poeta a la Universidad de Chile en 1954. El libro posee dedicatoria del autor a Sara Martínez de López,  de quien no tenemos referencias biográficas. Este libro resalta en la colección Neruda pues De Rokha ha sido considerado un escritor polémico que a lo largo de su trayectoria se distanció notoriamente de Neruda tanto por motivos ideológicos como poéticos, escribiendo reiteradas diatribas en su contra.  

http://archivobello.uchile.cl/_0091C

 

Octavio Paz, Entre la piedra y la flor, Editorial Nueva Voz, México, 1941. Libro dedicado para Neruda y su esposa Delia. Pertenece a un momento previo a la ruptura y severo enfrentamiento que tuvieron ambos poetas. La dedicatoria indica el peso y la amplia dimensión que tenían las redes latinoamericanas entre escritores durante la década de 1940.

http://archivobello.uchile.cl/_0093C